sábado, 17 de mayo de 2014

Manolo García: 'El último de la fila' se disolvió porque Quimi Portet "empezaba a estar incómodo con el tema lingüístico"

"Yo defiendo absolutamente que los catalanes hablen catalán, evidentemente, y yo puedo hablar catalán, pero no tengo esa sensación de patria, igual que tampoco la tengo de patria española. A mí lo de los Estados y los Gobiernos no me interesa nada", explica. Y subraya: "Yo soy de 'los otros catalanes'"







El cantante y compositor Manolo García, ex componente de El último de la fila, ha revelado en una entrevista para Jot Down que el grupo se disolvió, tras una década y media de vida, porque Quimi Portet -el otro miembro del dúo- "empezaba a estar incómodo con el tema lingüístico". El grupo catalán utilizaba habitualmente el castellano en sus canciones.
"El tema de la lengua para él es importante, él es catalán. Yo soy de los 'otros catalanes': soy catalán, evidentemente, y con todo el orgullo, pero mi lengua materna es el castellano. A él le apetecía que hiciéramos alguna canción en catalán, y yo encantado, hicimos alguna canción con Maria del Mar Bonet, en algún vídeo está ya algún guiño mío como lo de 'que sóc de Barcelona i em moro de calor, de cara a Quimi, para hacerle reír un poco y complacerle a él. A mí me era indiferente. Yo defiendo absolutamente que los catalanes hablen catalán, evidentemente, y yo puedo hablar catalán, pero no tengo esa sensación de patria, igual que tampoco la tengo de patria española. A mí lo de los Estados y los Gobiernos no me interesa nada", ha explicado.
En relación a esta última cuestión, García ha señalado: "Me da mucho repelús, no me gusta que nadie me gobierne. A mí me gustan los indios de las praderas, eran pequeños grupos tribales que, usando el sentido común, lo primero que hicieron bien es no admitir los avances de los blancos que les llegaban, ni siquiera la rueda, siguieron con sus palos arrastrados, si había problemas los dirimían en un consejo tribal".
"Yo, en ese sentido no tengo apetencias de gobierno, no me interesa mucho, soy bastante anarcoide, he de confesar, con todo el orgullo. Entiendo que el ser humano debe tener conciencia de equidad, de justicia, y si no quizá hay que recordárselo, pero de una manera adecuada, no a garrotazos. Si no, como mucho, si alguien es un peligro para el grupo quizás hay que apartarlo del grupo, pero no maltratarlo. En fin, tengo mis ideas. Y Quimi empezaba a necesitar un poquito de música en catalán. Eran diecisiete años ya de trabajo juntos y se estaba acabando", ha añadido.

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